Reseña

Baldomero Alejos Bautista es reconocido como uno de los mejores fotógrafos peruanos del siglo pasado. Su legado artístico, de más de 60,000 imágenes, es el testimonio visual más completo, documentado y valioso de más de 50 años de vida social, cívica, religiosa y cultural de la sociedad ayacuchana durante los tiempos de paz previos a la guerra civil.

Las fotografías de Baldomero poseen una extraordinaria calidad artística. Además de una bien realizada composición, tuvo un gran manejo de la luz natural, lo cual se sumó a la maestría en el retoque fotográfico. Ello hizo que Baldomero fuera considerado por sus clientes no sólo un fotógrafo, sino sobre todo un artista, y por lo que hoy en día es reconocido mundialmente.

Siempre buscaba la belleza en cada una de sus fotografías, no por ansias de posteridad, sino por la perfección en si misma. Los que lo conocieron afirman que diariamente pasaba largas horas retocando los negativos con lapiz sobre una mesa y frente a una ventana. Con mucha paciencia, lograba reducir o suavizar expresiones o rasgos que no eran de agrado de sus clientes. También imprimía varias veces la misma imagen hasta alcanzar el color y textura adecuadas y volvía a realizar una sesión entera si las fotos no eran de su total agrado. Fue una vida decidada a una vocación infinita por el arte de fotografiar a personas y sus vidas con ellas.

Baldomero Alejos fue un testigo privilegiado de su tiempo. Retrató a una sociedad en su continuidad, a diferencia de otros fotógrafos contemporáneos e itinerantes. Pero además, retrató a una sociedad diversa. Indios y hacendados acudían donde Baldomero Alejos para sus fotografías familiares, ya que tenían un costo accesible y el estudio tenía una situación céntrica.